Como mercado final, la construcción siempre ha sido uno de los mayores consumidores de plásticos y compuestos poliméricos. Su gama de aplicaciones es muy amplia, desde techos, terrazas, paneles de pared, cercas y materiales de aislamiento hasta tuberías, pisos, paneles solares, puertas y ventanas, entre otros.
Un estudio de mercado de 2018 realizado por Grand View Research valoró el sector global en 102,2 mil millones de dólares en 2017 y proyectó que crecería a una tasa de crecimiento anual compuesta del 7,3 por ciento hasta 2025. PlasticsEurope, mientras tanto, ha estimado que el sector en Europa consume alrededor de 10 millones de toneladas métricas de plásticos cada año, o aproximadamente una quinta parte del total de plásticos utilizados en la región.
Datos recientes de la Oficina del Censo de EE. UU. indican que la construcción residencial privada en EE. UU. se ha recuperado desde el verano pasado, tras caer de marzo a mayo debido a la desaceleración económica causada por la pandemia. El repunte continuó a lo largo de 2020 y, para diciembre, el gasto en construcción residencial privada había aumentado un 21,5 % con respecto a diciembre de 2019. Se prevé que el mercado inmobiliario estadounidense, impulsado por las bajas tasas de interés hipotecarias, siga creciendo este año, según la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (NCHA), aunque a un ritmo más lento que el año pasado.
En cualquier caso, sigue siendo un mercado enorme para los productos plásticos. En la construcción, las aplicaciones suelen valorar la durabilidad y una larga vida útil, que a veces se mantiene en uso durante varios años, incluso décadas. Piense en ventanas, revestimientos o suelos de PVC, o tuberías de agua de polietileno, entre otros. Aun así, la sostenibilidad es una prioridad para las empresas que desarrollan nuevos productos para este mercado. El objetivo es minimizar los residuos durante la producción e incorporar más contenido reciclado en productos como techos y terrazas.


Hora de publicación: 30 de marzo de 2021